YO NO SABÍA QUE AMABA AL RÍO

El río Maule es el límite norte de la comuna de Colbún. Tengo 50 años y nunca había visto al río correr por mi comuna.

Me crié en La Invernada, a unos pocos kilómetros al sur del río, más arriba del estero Machicura, más arriba del cerrillo San Dionisio. Otras aguas corrían por allí, tal vez hermanas menores de la gran agua del río.

A finales de los 70 comenzaron los trabajos de la central hidroeléctrica Colbún-Machicura. El agua del Maule, uno de los ríos más caudalosos de Chile, fue embalsada, y el lecho del río se secó.

Nunca vi el río.

Escuché historias, siempre. De mi mamá que se crió cerca del río, por La Arboleda, más allá de Los Boldos. De mi papá, que lo orillaba en largas peregrinaciones comerciantes, con mi abuelo y su abuelo, negociantes a lomo de mula por las huellas cordilleranas.

Después que lo secaron, personas habitaron el lecho, lo explotaron extrayendo áridos, lo sembraron, crecieron árboles. 40 años más pasaron. Nunca vi el río.

Un temporal trajo el agua de vuelta. Furiosa. Causando males en las vidas y en la tierra y en las casas. Se vieron obligados a abrir las compuertas del embalse y liberarla.

El 26 de junio de 2023, en un amaine del temporal que tantos estragos había ocasionado, caminé por el puente nuevo. Sobre el pedregoso lecho, ese día corría el agua. Iba ancha y turbia, dispersa, buscando su camino por distintas rutas.

Lo conocí y me conmovió. Me arrebató su enormidad. No lo entendí. Me sobrecogió. Me superó. Me nubló. Me costó respirar. Me di cuenta que era mío, que lo anhelaba sin saberlo. Que me pertenecía y le pertenecía. Que las historias que escuché las tenía adentro, fluían en mí como fluye la mar en la gente de la costa.

Yo no sabía que amaba al río. A este río. Río de lluvia. El Maule, en Colbún.

Carola Cofré Muñoz

2023

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