PURO CUENTO

Instalación.

Aguada sobre gasa, serigrafía, soporte digital. Medidas variables.

Lugar de exposición: Biblioteca Pública de Linares. Mayo de 2016.


PURO CUENTO es fruto de la reflexión en torno a la naturalización de una realidad que proviene del artificio y que a través de un lenguaje social termina asumiéndose como verdad.

Con el agua como detonante de la realidad en cuestión, se utilizó la técnica de la aguada para representar las montañas que rodearon la geografía de mi infancia, y luego, recurriendo a la inundación como mecanismo por el cual esta misma geografía fue transmutada, se invita al público a completar la obra transitando sobre ella e inundando con sus huellas una serie de 510 mapas. Mapas que no sirven, pues representan el territorio vital de la infancia, que ya no existe y del que los mapas actuales obvian la intervención de la explotación industrial.



PURO CUENTO

"El mapa miente. La geografía tradicional roba el espacio, como la economía imperial roba la riqueza, la historia oficial roba la memoria y la cultura formal roba la palabra."

Eduardo Galeano. Patas Arriba: La Escuela del Mundo al Revés


El cuento es la narración por excelencia: rápido, vivaz, fantasioso, ejemplificador. Cuento en nuestro país tiene, además, la connotación de mentira, embuste, invento. Narración ficticia, aunque a veces tiene atisbos de verdad que nos hacen dudar de su falsedad.

Puro, hace referencia a limpieza, al agua que brota de las montañas y baña nuestros campos. Pero también se refiere a una verdad radical, a un contenido unívoco. Por ejemplo, si digo "puro cuento" con esta exposición, estoy diciendo que hay cosas que aunque no lo parezcan, son solamente mentiras.


Viejos y nuevos mapas

Esta exposición nace a partir de un encuentro con viejos mapas. Aparecieron en mi casa un par de atlas de mi época escolar. Y en ellos los mapas de la región del Maule, con la comuna de Colbún y el sector en que nací y crecí.

Por definición, los mapas son la representación de un territorio determinado tomando aquellas características fundamentales que no cambian, al menos no sin mediar el paso de larguísimos períodos de tiempo, que hagan variar la composición geológica de los territorios.

Pero estos mapas parecían ser de otro lugar. No coinciden con los mapas actuales, ni siquiera con los mapas de mis distintas etapas escolares. La geografía de mi infancia ya no existe, por lo tanto, estos mapas ya no me sirven. Mi casa estaba en La Invernada y hoy sus terrenos yacen bajo el embalse Machicura.

Y los mapas actuales son otro cuento. Nuevos contenidos, trazados como si fueran producto de la naturaleza, con denominaciones que nombran elementos geográficos naturales, como lago, por ejemplo.

Los mapas actuales prescinden de la acción del hombre sobre el territorio, la obvian. En el caso de la comuna de Colbún, el río Maule aparece saliendo del embalse Colbún, que es llamado lago, y no embalse o represa, como corresponde a la acción de acopiar el agua de algún río a través de la construcción de diques o barreras. Si alguien viera un mapa de la comuna, como los que actualmente hoy estudian los escolares, sin conocer previamente este territorio pensaría que Colbún y Machicura son lagos naturales que siempre estuvieron ahí, que el Colbún fue formado por un ensanchamiento natural del río Maule, y que luego los cordones montañosos lo obligaron a retomar su cauce. Y, qué decir del Machicura, que aparece completamente cerrado. Según la imagen cartográfica, sus aguas se quedan allí y no van a ninguna parte.

¿Por qué los mapas necesitan hacernos creer que el artificio es natural (y real)?

Otra peculiaridad del mapa comunal: no está representado el Canal de Devolución. Esta enorme obra de ingeniería que nace en La Invernada, avanza por Santa Elena hacia La Floresta, Caracoles, Maitencillo, Inela... Por nombrar algunos sectores de las comunas de Colbún y Yerbas Buenas por las que pasa con su hormigón, su caudal y sus torres.

Es verdad que los mapas nunca son reales, a veces se definen por la forma de los territorios, a veces por su área. Pero, obviar una estructura de estas dimensiones al menos merece despertar la curiosidad (por no decir suspicacia).

Cabe preguntarse, entonces, por la utilidad de los mapas. Interpelar al territorio dudando de sus cartografías oficiales es la reflexión que esta obra propone. A veces creemos saber dónde estamos parados, pero no es difícil comprobar que las verdades oficiales no son las mismas que las verdades que vivenciamos en el día a día.


Inundación

Mi mapa de la infancia mutó por la acción del agua. A principios de los años 80 del siglo XX, se inundaron los campos de La Invernada. Varió el clima, la flora obviamente desapareció, la fauna cambió (hoy nos visitan cisnes de cuello negro, garzas gigantes, yecos...).

Las huellas de los visitantes de esta exposición inundarán los mapas de mi infancia, volviendo a anegar metafóricamente mi geografía vital.

La obra debe ser recorrida y pisada y de esta manera manchada, desgastada y deteriorada por el paso del público, realizando involuntariamente la acción de arte que la completa.

Paradojalmente, esta obra que habla de nostalgia por el pasado, lo destruirá simbólicamente, para deshacer sus amarras y poder mirar hacia adelante.

Carola Cofré Muñoz 

Carola Cofré Muñoz - Colbún - Región del Maule - Chile
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